Aprenderás que tu casa es un ser vivo, aprenderás que necesita respirar como tú, aprenderás que vibra igual que tú, aprenderás que tus emociones le afectan, aprenderás cómo cuidarla y mantenerla en buen estado de salud...
Aprenderás que es una extensión de tí mismo y sabrás qué necesita en cada momento.
Aprenderás a amar la forma física y energética que te acoge, que te protege y que te brinda estabilidad, calor y refugio. Solo necesitas observar, escuchar y amar el lugar donde vives... tu casa. Del resto me ocupo yo.
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